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Vitaly Mansky • Director

"Queríamos mostrar cómo se comporta realmente la gente"

por 

- Cineuropa entrevista al cineasta ruso Vitaly Mansky, cuyo documental Under the Sun, coproducido por Corea del Norte, compite en el Black Nights Film Festival de Tallinn

Vitaly Mansky  • Director
(© Black Nights/Pastakeda)

El cineasta ruso Vitaly Mansky ha logrado una verdadera hazaña: su nueva película ha sido coproducida por la hermética y reservada República de Corea del Norte. Su documental Under the Sun [+lee también:
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entrevista: Vitaly Mansky
ficha de la película
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, que fue una de las cintas más reconocidas en el último Festival Internacional de Documentales de Jihlava (leer la noticia), muestra cómo el país pretendía que Mansky hiciera el retrato de la "vida ideal" de una "familia ideal" en un "país ideal". El cineasta ha tratado de capturar un atisbo de la verdad que se esconde detrás de la ficción que querían representar las autoridades norcoreanas; Mansky procura encontrar el justo medio entre lo colectivo y lo individual, lo artificial y lo natural, lo falso y lo verdadero. Cineuropa ha podido hablar con él en el Black Nights Film Festival de Tallinn, en cuya sección oficial competirá la película.

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Cineuropa: ¿Cómo surgió este proyecto?
Vitaly Mansky: Corea del Norte me ha interesado desde hace mucho tiempo; en cuanto tuve la oportunidad de ir allí a hacer una película, me lancé a ello. Sin embargo, la cosa no cuajó de manera inmediata: tuve que mantener una interminable correspondencia con las autoridades, además de encontrar una manera persuasiva de comunicarme con ellos. Otra de las razones que han hecho posible este documental es que, actualmente, Rusia es uno de los dos países con los que Corea del Norte mantiene relaciones —el otro es China—, y esta circunstancia, evidentemente, facilitó la puesta en marcha del proyecto.

El documental también ha sido coproducido por otros países europeos (Alemania, República Checa y Letonia). ¿Fue difícil conseguir que se sumaran al proyecto?
La producción se ha desarrollado de una manera muy concreta. Primero, la parte norcoreana inició el proyecto; teníamos un equipo de rodaje filmando en Corea, y estábamos obligados a seguir las reglas de los supervisores norcoreanos. Tras esta primera fase, tuvimos que buscar a otros socios aparte de Corea del Norte, pues necesitábamos más financiación y más medios para la postproducción; así que nos dirigimos a otros países europeos. La postproducción del film ha sido muy exigente, ya que suponía un volumen de trabajo comparable al de un proyecto de gran presupuesto. Necesitábamos dedicarle una atención exhaustiva al diseño del sonido, a la corrección de color, al diseño de la música... a casi todo.

¿Crees que en el futuro podría volver a darse un proyecto como este en Corea del Norte, o será algo único?
Es una pregunta interesante, pero no sé la respuesta. No entiendo bien a Corea del Norte. Las razones por las que apoyaron el proyecto no son evidentes; todavía no sabemos exactamente por qué conseguimos el permiso para rodar allí, así que no sési se lo permitirán a otros países en el futuro.

El documental pone al descubierto la pantomima que pretendían representar los supervisores norcoreanos; ¿aceptaron, a pesar de esto, el resultado final?
En el contrato que firmamos al principio se acordaba la producción de una gran película en Corea del Norte. Luego pasaron muchas cosas, y acabamos por hacer tan solo una pequeña parte de lo que estaba proyectado inicialmente. Lo más importante del proyecto no estaba filmado, así que el contrato fue cancelado. Por eso al final no tuvimos que enseñarles el resultado.

Aunque todo era una representación y solo podías filmar las escenas propuestas por los supervisores, has conseguido capturar la humanidad de la personas que aparecen, usando primeros planos que reflejan sus sentimientos. ¿Fue difícil lograrlo?
Es difícil responder a un cumplido como este. Queríamos intentar capturar todo eso, todo lo que no podríamos filmar en la historia representada que querían que filmáramos. Lo conseguimos grabando lo que sucedía justo antes y después de la escena que ellos proponían. Por ejemplo, cuando rodamos las coreografías masivas, si hubiéramos comenzado a grabar al comienzo del baile y hubiéramos parado al final, no habría funcionado. Queríamos que el espectador viera cómo se comporta realmente la gente. Cuando no están siendo observados, no son como cuando están representando el papel que les han ordenado representar. Eso es lo que queríamos poner al descubierto, los pequeños momentos antes y después de cada escena: los momentos en los que se pueden ver cuáles son sus acciones y reacciones reales.

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(Traducción del inglés)

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