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Héléna Klotz • Directora

"Yo tenia total libertad"

por 

- Encuentro con la joven directora de Atomic Age, ópera prima galardonada en la sección Panorama de la Berlinale en 2012, ganadora del premio Jean Vigo y premiada en Angers.

Héléna Klotz, hija del cineasta Nicolas Klotz y de la guionista Elisabeth Perceval, entra con fuerza en el panorama cinematográfico con Atomic Age [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Héléna Klotz
ficha de la película
]
, cuyo valor se ha visto reconocido en 2012 con el premio Fipresci de la sección Panorama de la Berlinale, el gran premio del festival Premiers Plans d’Angers y el premio Jean Vigo (leer más).

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Cineuropa: ¿Cómo comenzó la aventura de Atomic Age?
Héléna Klotz: Pasé cuatro años preparando otro proyecto, pero cuando comprendí que no tendría éxito, concentré toda esa energía en Atomic Age. Escribí el guion en dos meses y rodamos en dos semanas. La historia se acerca mucho a lo que yo atravesaba en aquel momento y decidí describir la ciudad, París, y la noche que conozco allí. El objetivo era hacer una película muy contemporánea sobre la juventud de nuestra época, pero que también fuese muy intemporal, sentimental, romántica y lírica.

¿Cómo ha trabajado con esa doble temporalidad?
La idea era comenzar con personajes de hoy día, a la última, en un tren, en una discoteca, con un tipo de música y siguiendo códigos actuales. Un universo ceñido a la realidad en la que los personajes luchan por las cosas que se les resisten. Poco a poco, conforme se pasa de la ciudad al bosque, entremos en la leyenda, el cuento, el sueño. En el bosque, todo es carne del fuera de campo: es un lugar donde todo es posible, más abstracto, un poco más metafísico y abierto a la interioridad y al sentimiento. Se pasa de un viaje muy mundano a un regreso a lo primitivo.

La acción de la película se desarrolla en una sola noche
Con la idea de una noche se puede trabajar sobre el tiempo, pues hay una unidad de tiempo, pero la noche se alarga, podría tratarse de una noche de una semana en total. Lo elegí así en parte para poder trabajar la duración, darle una abstracción. Me interesaron mucho las largas secuencias de Malditos bastardos, de Tarantino, que me inspiró para hacer solo seis grandes secuencias en mi película.

¿Cómo eligió a los actores principales?
En el pasado trabajé para otros directores como directora de casting y quería elegir sola el reparto de mi propia película, así que salí a la calle a buscar mi reparto. Primero encontré a Dominik Wojcik (Rainer) en un bar. Hablaba exactamente como su personaje, de manera muy romántica. Después caminamos juntos por las calles y una noche encontramos a Eliott Paquet (Victor). La idea de buscarlo juntos me gustaba, como si fuese una manera de unir la vida real al cine. Apenas hice castings a los actores, pero trabajamos mucho antes de la película, prácticamente todos los días durante cuatro meses. Necesitaba saber lo que quería filmar en sus casas para entrar en la ficción de la película y para ganar un poco de tiempo en cuanto al escenario, pues sabia que con solo 12 días de rodaje no habría tiempo para enfrentarse a problemas del directo.

¿Cuáles eran sus intenciones en cuanto a la iluminación, de la que Hélène Louvart se ha encargado?
Tengo la impresión de que veo demasiadas películas naturalistas en las que me ha costado experimentar lo que realmente quieren transmitir. En esta película, tanto la imagen como la puesta en escena, la elección de los actores y de los lugares, obedecía a una intención de reafirmación máxima. Por ello la imagen es muy romántica, con el mismo espíritu de libertad que los personajes y que la adolescencia.

¿Cómo ha financiado la película?
Llegó un momento en el que había que tomar una decisión, que fue hacer la película lo más rápido posible, por lo que decidimos hacerla con un presupuesto reducido. En Atomic Age pasé por el circuito de cortometraje; Arte y el CNC nos financió y pudimos hacer la película con 100.000 euros, que tampoco está mal. La otra opción era esperar años y poder entrar en otro circuito mucho más complicado para las óperas primas, pero tampoco es raro y obliga a los directores a innovar. Como yo tenia total libertad, rodé la película a mi manera y resultó este formato entre mediometraje y largometraje.

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