En el París ocupado por los alemanes, el obrero y poeta Missak Manouchian encabeza un grupo de jóvenes judíos, húngaros, polacos, rumanos, españoles y armenios decididos a luchar para liberar la Francia a la que aman, la de los Derechos Humanos. En la clandestinidad, poniendo en peligro sus vidas, se convertirán en héroes. Los atentados de estos guerrilleros extranjeros van a causar verdaderos problemas a los nazis y sus colaboradores. La policía francesa va a desplegar y multiplicar sus efectivos, poner vigilancia, denuncias, utilizar el chantaje, la tortura... 22 hombres y una mujer serán condenados a muerte en febrero de 1944. En una última operación de propaganda, se los presentará como la Armada del Crimen, y sus caras quedarán inmortalizadas en un medallón sobre un fondo rojo que todas las ciudades del país colgarán en sus paredes. Estos inmigrantes, muertos por Francia, entrarán en la leyenda.